Frodo en un claro ejemplo de las muchas posibilidades y beneficios que ofrecen mis terapias para alcanzar el restablecimiento de la salud. Quiero compartir con todos vosotros “nuestra experiencia” y agradecer a Alicia su colaboración en la recopilación de todo lo sucedido.
Hace algunos años también tuvimos una grata experiencia con Rumbero, un precioso caballo español que tenía un grave problema de artrosis, esta enfermedad lo había debilitado tanto, que no tenia fuerzas para caminar. Rumbero vive muy cerquita de Frodo, ha cumplido 26 años y está esplendido.
Pero volvamos a aquella mañana del miércoles……
Alicia llamó a mi consulta. Ella es dueña de un centro de Hipoterapia y Equitación ubicado a las afueras de Barcelona, en ella vive Frodo junto a otros caballos. Su voz me transmitió una profunda preocupación por la enfermedad de Frodo. No tuve ninguna duda al respecto, tengo plena confianza en mis terapias y tenía la certeza de que podríamos recuperar a Frodo. Cuatro días después llego la sorprendente noticia, Frodo era dado de alta y volvía a casa.
Frodo es un Pony “D” cruzado, de carácter tranquilo, atento y amable. Su comportamiento es ejemplar, le gustan los niños y es muy bueno con ellos, incluso se muestra tranquilo cuando se le cortan los cascos. Cuando era un potrillo, fue adoptado por los padres de Nicolás. Durante muchos años Frodo ha sido su mascota, Nicolás se ha hecho mayor y su familia ha decidido venderlo, así llego hasta nuestras cuadras.
Sin grandes problemas se adaptó bien al cambio, es un caballo que se muestra muy domado trabajando en la pista. Frodo trabaja con los niños en las clases de Hipoterapia.
Al llegar el verano, se acabaron las clases y Frodo y sus compañeros comenzaron su periodo de descanso. La normalidad continuaba y el caballo parecía estar bien.
Como todas las mañanas fuimos a buscar a Frodo para sacarlo al parque junto a sus compañeros. Nos pareció extraño que no viniera hacia nosotros para colocarle la cabecera. Nos acercamos a él, y con la tranquilidad que le caracteriza, dejo que se la pusiéramos. En días anteriores le habíamos notado algo raro, no caminaba bien, daba la impresión de que el juego de su cadera no tenía el movimiento de siempre.
Pasó el día con los demás caballos en el parque, después lo recogimos y lo llevamos hasta su cuadra. Durante la tarde, nos dimos cuenta de que Frodo se había acostado al sol, eso si nos alertó, era una clara señal de que algo anormal estaba ocurriendo (los caballos duermen de pie, un caballo se tumba en contadas ocasiones y cuando lo hace durante largo tiempo es síntoma de enfermedad).
Llamamos al veterinario, hizo una revisión a Frodo, e inmediatamente le inyectó suero intravenoso y lo sondó, empezaba a deshidratarse, tal y como habíamos imaginado Frodo no estaba bien.
Por la noche estaba peor, nos pareció que en esas condiciones no podía estar solo en su cuadra y decidimos llevarlo a la clínica. Le sacaron 13 litros de reflujo del estomago, lo monetizaron y aplicaron más suero. A la mañana siguiente,(Domingo, 30 de Agosto) Frodo no había mejorado, el diagnostico era claro: proceso obstructivo, (de intestino delgado y flexura pélvica) peritonitis, colitis, endotoxemia. Frodo estaba muy enfermo, esa misma tarde decidieron intervenir quirúrgicamente. La intervención fue bien, el veterinario nos dijo que en tres o cuatro días Frodo tenía que reaccionar. Seguía conectado al suero, 500 litros habían llegado hasta su organismo, al tercer día tuvieron que volver a sondarlo porque el escaso alimento que ingería no retrocedía en sus intestinos. El veterinario se planteó desconectarlo del suero, no veía posibilidades de que Frodo mejorara, no estaba reaccionando de forma positiva.
Cuando Alicia llamó a mi consulta, las esperanzas de que el caballo se recuperara ya eran nulas.
A partir de su llamada, apliqué Bioenergetica y Terapia-Reconectiva a Frodo, en cuatro días exactamente el caballo estaba totalmente recuperado. La semana pasada fui a verle, me acerqué para acariciarlo y se mostró muy receptivo y contento ¡es una maravilla!
1 comentario:
Estoy asombrado aunque, conociéndote, no me sorprende ninguna de tus sanaciones.
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